sábado, 23 de abril de 2016

7ª - Se va acabando la "estadía"


IMPORTANTE PARA LA LECTURA: Este es un relato CRONOLOGICO, y la plataforma (blogspot.com) muestra primero la última entrega, por lo que ruego a los lectores utilizar el índice a la derecha de la página, debajo de "Archivos del blog" y empezar por "1ª - 6 de abril del '76"

Alguna vez se acaba (y también el relato)

Después de ese Domingo de Pascuas cuando comimos la torta de cumpleaños de Gabriel, y desde el día siguiente en que prohibieron la entrada de comida, mientras Eduardo y yo estuvimos adentro, lo único que pasaba (al menos para nosotros) era la expectativa de cúal sería "el menú del día".

Los días eran tan aburridos que hablando con un compañero de pieza que vivía en Buenos Aires, me aprendí de memoria todas las paradas de dos líneas de ferrocarril de la Provincia de Bs.As. Con otro compañero que había hecho 2 años en el Liceo Militar, me aprendí todo el escalafón militar, naval y policial. "Tomame la lección..." les decía. Cualquier cosa con tal de matar el tedio.

El 28 de abril me llaman hacia el frente del Dpto., me hacen firmar algunos papeles y me dicen que pase a retirar mis cosas porque ya estaba en libertad "por Orden Superior". Pregunto por mi mamá y me dicen que ella también estaba libre y que nos encontraríamos en la Sala de Guardia. Regreso a nuestra pieza, recojo algunas cosas personales y me despido de mis compañeros por 21 días.

Al día siguiente salió Eduardo, también por gestiones de un político amigo de su familia. Federico y Gabriel se ilusionaron: mi mamá y yo un día, Eduardo al siguiente, su salida no podía tardar ya tanto, porque tampoco a ellos ya les llamaban más por alguna declaración.

Lo siguiente me contó Federico

A medida que volvían a pasar los días y no los liberaban a él y a Gabriel, se iba apagando la ilusión de salir pronto, y para más a media mañana de un día laboral, ven que habían tomado presos a toda, efectivamente a TODA la empresa donde ellos trabajaban (la llamaré EC), eran más o menos 50 en esa época. Al principio pensaron que era por alguna relación con ellos mismos, pero luego fue ganando fuerza la versión que fue una confusión de nombres de instituciones.

Resulta que dos días antes habían apresado a toda la comisión directiva del Centro de Estudiantes de una facultad de la Universidad Católica (la llamaré CC), siendo la segunda "C" igual en ambos nombres. Otra explicación no parece haber, ya que liberaron a todas las mujeres hacia la noche de ese mismo día, y a casi todos los hombres el día siguiente a la mañana temprano. Tuvieron que dormir en los pasillos esa noche.

En esa "ceremonia" de liberación, los policías tenían en su poder las cédulas de identidad de los detenidos, empezaron a llamarlos leyendo los nombres en el documento, formaban grupos entre 5 y 7 personas, les devolvían la cédula y les decían que se podían ir.

Hasta que le llegó el turno a un tal Hans, el policía dijo el nombre completo y le preguntó si era paraguayo, y él le respondío que era alemán, volvió a insistir el policía con los datos de la cédula, y Hans se emperraba en demostrar su "alemanidad", casi que hablando con acento, lo único que le faltaba era decir "Ich bin Deutsch". Finalmente le dijeron "Muy bien, usted se quedará más tiempo con los extranjeros...". Una semana más se quedó.

Aunque dije que habían agarrado a TODO el personal de la empresa EC, se salvó uno, el sereno, que era casi mudo (pero no sordo). Un policía le preguntó a la cantinera acerca de qué había en una pieza frente a la cantina, ella le respondió "allí suele dormir el sereno de la empresa", empezó el policía a golpear la puerta, nadie le respondía, siguió golpeando, seguía sin respuesta, no tumbaron la puerta, y finalmente desistió y se fueron todos al Dpto. de Investigaciones.

Lo que había ocurrido era que a este señor le habían operado de las cuerdas vocales, y hacía un esfuerzo enorme para emitir algún sonido inteligible, acercando el oído uno podía escuchar lo que decía. El escuchó que golpeaban la puerta, y como estaba durmiendo solo con los calzoncillos puestos, le decía al policía "ya va, ya salgo...", y aunque intentaba hacerse escuchar, la voz era muy debil. Siguió vistiéndose, seguía respondiendo que ya nomás salía, hasta que finalmente salió. Grande fue su sorpresa al encontrar totalmente vació el local de la empresa. Antes de cerrar todo e irse a su casa, agarró un cartón, escribió CERRADO POR INVENTARIO, lo puso en la puerta del frente y se fue.

Después que yo salí empezó a llenarse también el comedor que estaba al lado de nuestra pieza, allí los pusieron a los extranjeros de EC. Una vez, al solo efecto de divertirse los guardias, les hicieron hacer el "trencito" a todos los del comedor. Tenían que ponerse en cuclillas, uno atrás del otro y empezar a moverse hacia adelante. Había gente ya mayor, entre ellos un Sr. Adolfo, Gerente General de EC, y para más le tocó estar al frente de la formación. Iba marchando "el trencito", hasta que uno de los guardias dijo "A ver, a esa locomotora no se le siente luego...", y el pobre hombre tuvo que empezar a decir en voz alta "Chuz, chuz, uhhh, uhhh", a la par de seguir andando en cuclillas.

En otra ocasión, traen a la pieza donde estaba Federico a un hombre entre 25 y 30 años, con la piel totalmente lacerada, sobre todo los brazos y el torso. El indivíduo no quería compartir nada con los "antiguos". Al día siguiente viene un guardia y le dice a los de la pieza "Trátenle bien a su nuevo compañero, se cayó de la moto...". Después comentó el "caído", que venía del interior en colectivo, lo bajaron del vehículo, le pegaron con cinto y cable trenzado, hasta que se dieron cuenta que se habían confundido de sospechoso. Cuando ya se habían sanado razonablemente las heridas, lo dejaron ir.

Salen Federico y Gabriel

Como conté en una entrega anterior, ellos finalmente salieron por la gestión de un presidente de seccional colorada, vecino de un hermano suyo. Pero en esos casos, se intentaban todos los contactos posibles para tratar de liberar a los detenidos. Uno de esos era un funcionario muy importante en el Ministerio del Interior, pariente de parientes.

Unos tres o cuatro días antes que salieran, va este señor a comunicarle a la mamá de Federico, como una gran cosa, que estaba por hacer que los pasaran a la Justicia Ordinaria, lo que en la práctica era pasar a la carcel de Emboscada. Una carcel en vez de una comisaría. Maravilla.

Preguntada la mamá del por qué de su falta de entusiasmo ante esa posibilidad, ella le responde "La verdad es que yo tenía fe en María Auxiliadora, y la sigo teniendo, de que ella los va a liberar". Pasaron unos días, el presidente de seccional hizo lo poco que le pedían, tan solo averigüar la situación real de los detenidos, y el 24 de mayo, en el día de María Auxiliadora salen en libertad.

Pinceladas que me tocaron por esa época

Yo comentaré algunas "pinceladas" que me tocó vivir en esos años, fueron realmente muy poca cosa en relación (siguiendo la analogía) con los brochazos o directamente barriles de pintura que sufrieron otros.

En junio del 1969, yo estaba por cumplir 13 años y me fui un sábado de mañana a "Palmear". No tenía ni idea que se estaba armando un acto de protesta frente al Panteón de los Héroes, debido a la presencia de Nelson Rockefeller en el pais. Estaba yo en la esquina de Estrella y Chile, cuando empecé a escuchar gritos, miré hacia el Panteón, corridas por un lado, policías con bastones por otra, se reagrupaban los manifestantes, más bastonazos, corridas otra vez, hasta que empezamos (otros curiosos y yo) a sentir que nos picaba la nariz y nos lagrimeaban los ojos. Estaban arrojando granadas lacrimógenas. Empecé a caminar hacía otro lado hasta que los ojos volvieran a la normalidad para luego regresar a casa.

Al año siguiente, de repente la Policía empezó la "Operación Tijera", que consistía en detener a jóvenes con cabello muy largo (lo de "muy largo" lo decidían ellos). Lo hacían en la calle o subiendo a los colectivos, ponían a los "melenudos" en camiones militares, los llevaban a una comisaría, les cortaban el pelo con "recorte cadete", y luego tenía que ir el padre a retirarlo (si era menor de 22 años, que era la mayoría de edad en ese entonces). Una vez, salía yo del colegio y vi a lo lejos un retén policial, tenía más o menos largo el cabello, me asusté, me desvié en zig-zag unas 8 cuadras para llegar a casa. Al día siguiente me fui a la peluquería. Un compañero, cuyo padre ocupaba un alto cargo, me comentó que era solo una "cortina de humo", porque habían capturado a unos sospechosos en el interior y los habían tirado desde aviones al monte.

Habré estado en 4º curso (1º de la Media para los "pendex"), cuando un amigo y vecino de 6º curso me invita a ir a una "Jornada de Reflexión" que se iba a realizar en la Universidad Católica, al lado de la Catedral. Nos vamos, no iba a ser ninguna marcha ni manifestación, por lo tanto ¿qué podría pasar? Empieza el presentador lo suyo, y de repente, de atrás del escenario sale una turba de gente, todos con escarapelas tricolores en el pecho y palos en las manos, y empiezan a tirar piedras hacia el público. Se genera una corrida, y los que quedaban rezagados recibían palazos. Nos refugiamos en algunas aulas, y por unos pasillos laterales pudimos salir a la calle y perdernos luego en el centro. Ese grupo de gente estaba liderado por Ramón Aquino, presidente de la seccional colorada de la Chacarita, y él se auto-denominaba "el moderador de la Católica".

Tal vez estando yo en 5º curso, no recuerdo bien, el colegio organizó un certamen de oratoria, me gustaba el tema y me anoté. Estaba al fondo del salón esperando mi turno mientras los otros oradores desarrollaban su disertación. Finalmente, cuando el presentador llama mi nombre me voy caminando despacio hacia el escenario, cuando a mitad de recorrido y sentado hacia el pasillo, veo a un hombre con una especie de cuaderno con tapa dura y que escribía garabatos en él. Cuando llegué al estrado, me dí cuenta que esos garabatos eran taquigrafía y al mirarlo y ver que era mayor para ser alumno, y muy joven para ser padre, más una "pinta" tan característica, que era un policía de civil tomando nota de todo lo que se decía. Me puse muy tenso al momento de hablar, podía haber salido mucho mejor mi discurso.

Mi papá trabajaba en un diario capitalino, y cada tanto venía con alguno de los famosos "chistes de Don Mario" y los contaba en la mesa. Una vez mi mamá le dijo, con toda seriedad "Seguí así nomás, ese hombre que lleva esos chistes al diario estoy segura que es un informante, y que anota los nombres de todos los que se rien...". Reflejo del modo de pensar de mucha gente en esa época.

O nos decían los mayores "Cuidado con lo que decís enfrente de Fulano porque es un pyragüé", parecía ya el colmo de la paranoia. Hasta que salieron a la luz los documentos del Archivo del Terror, y empezaron a aparecer papeles del estilo "Señor Jefe del Dpto. de Investigaciones, Don Pastor Coronel. Se dirige a Ud. el Sr. Fulano de Tal para informarle de lo siguiente:".  Tal cual, el mismísimo Fulano, el vecino amable y voluntarioso, había sido que era un informante más.

Acerca de títulos, obsecuencias y ridiculeces

Trabajo mucho en una empresa con varios empleados que tienen entre 22 y 30 años. Cuando me trataban de "Usted" y de "Ingeniero", yo les decía que efectivamente era Ingeniero pero que el "Usted" me hace sentir viejo, y que igual me sentiría cómodo si me decían, al "estilo Paraguay": "Nde Inge, vas a poder pi'o revisar mi informe?", familiar y respetuoso a la vez.

Comento la anterior porque me estaba recordando de cuando iba el Pdte. Stroessner a algún acto y el locutor decía, con grandilocuencia: "En estos precisos momentos hace su ingreso a este recinto el Señor Presidente de la República del Paraguay, y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, General de Ejército Don Alfredo Stroessner". Yo los conté: 161 caracteres, repartidos en 25 palabras, 24 espacios y 2 comas, todo lo que está en negritas.

Sin ser tan obsecuente como lo anterior, me parece que lo opuesto es lo de un periodista actual, que cubrió la última gira papal para el diario que lo enviaba. Se había declarado ateo, hasta aquí no veo ningún problema, pero tratar al Papa como Bergoglio en sus notas, cuando un simple S.S. (por Su Santidad) hubiera bastado, me parece una acción ridícula. es la actitud de pavoneo de alguien que dice "Miren, lo libre-pensador que soy y trato a la gente como se me antoja". Aclaro que no conozco a dicho periodista y este comentario se refiere exclusivamente a esas notas, en realidad a una sola, porque ya no lo volví a leer. Si después cambió, pido disculpas.

Hablando de obsecuencia, si el lector se acerca en un vehículo a la zona del Palacio de Justicia, va vestido con traje, entre semana y a la mañana, y se estaciona (si consigue un lugar), inmediatamente un cuidacoche se le va a dirigir como Doctor. Dentro de las obsecuencias conocidas, esta es la más comprensible e inócua.

Lo anterior me recuerda de cuando el Dr. Luis M. Argaña era Presidente de la Corte Suprema de Justicia y emitió un comunicado oficial: "Se recuerda a los señores Abogados que para optar por el título de Doctor en Derecho, deben haber presentado y defendido exitosamente ante las autoridades académicas competentes la tesis doctoral". No vendría mal en esta época otro comunicado similar, claro que el gran problema va a ser calificar a las "autoridades académicas competentes".

No me acuerdo exactamente el año, cerca del '80 era. Tres empresas de transporte usaban el Nº 26 como su identificador, y cuatro usaban el Nº 27. Para los usuarios era un drama estar distinguiendo cuál de las "sub-líneas" tenían que tomar. Como había 5 números disponibles desde el 22 hasta el 18, la autoridad competente asignó los números 26, 22 y 21 a los recorridos afines de la 26 original, y empezó a distribuir los números 27, 20, 19 y 18 a los cuatro recorridos afines de la 27 original. El dueño de la nueva línea 18 declaró formalmente "Por favor, denme el número que quieran, con tal que no sea el 18, yo y toda mi familia somos colorados de alma, y demasiado se van a burlar mis amigos... nde!!!, liberal dieciocho!!!, por favor, cualquier otro número". Le asignaron el número 45. Todo por un número.

La Junta de Gobierno de la A.N.R. solía enviar delegaciones al interior para visitar las seccionales, comportamiento absolutamente normal de las autoridades de un partido. Ya hacia el final de los '80, uno leía la noticia de los delegados que iban a viajar y era una lista con un nombre por línea, ordenados aparentemente por jerarquía, y más o menos así: Dr. Fulano, Don Sultano, Lic. Mengano, y seguían los nombres. Muchas veces a la cabeza iban los "Don", eran los caudillos a quienes no les importaban los títulos, había también algunos "Ing." y "Arq.", así como los clásicos "Sr.". De repente, los que no tenían ningún título, no les gustó más el simple "Sr." y eran jóvenes todavía para ser "Don", empezaron a hacerse nombrar como Univ. Fulanito. Tal cual, ser Universitario pasó a ser un título digno de figurar en una lista.

Conclusiones

La experiencia pasada en Investigaciones obviamente agradable no fue, pero en ese mismo momento, tanto ahí como en varias partes del pais, muchos la pasaron realmente mal, sin olvidar a los que ya no tuvieron posibilidad de contar su historia.

Durante casi 35 años Alfredo Stroessner parecía decir "Que pase nomás el siguiente que quiera derrocarme...", y seguía en el poder. En los últimos años ya quedaban pocos gobiernos militares en la región, la gran potencia que apoyaba a los gobiernos dictatoriales con tal que sean firmemente anti-comunistas ya le había quitado el apoyo a Anastasio Somoza en Nicaragua a fines de los '70, y también a otros, querían cambiar la imagen, y ya no era tan "chic" mostrarse amigo de Stroessner a nivel internacional. Pero hablando en la jerga popular: "al Rubio, jamás le importó".

En los años de la "plata dulce", cuando entraba un montón por royalties de Itaipú, mas o menos entre el '75 y el '81, pero sobre todo entre el '79 y el '81 era impresionante el nivel de ostentación en las casas, en los autos, en las fiestas de casamiento y en las de 15 años, obviamente de la gente que estaba en el poder. Eran los años del dolar oficial a 126 Gs., que lo conseguían solo algunos, pero aún así, el dolar en la calle estaba a 137-142 Gs más o menos.

A mediados del '82, el dolar oficial trepó a 160 Gs/US$, y el de la calle bastante más alto. En el '84 se clausura el diaro ABC. Para el `85 el dolar "calle" ya estaba en 1000 Gs, signo de que la "torta" se estaba achicando.  En el '86 hubo represiones notoriamente violentas contra el personal del Hospital de Clínicas, y el 1º de mayo de ese año, volvieron los palos a mansalva frente a la iglesia de Cristo Rey cuando se realizó una manifestación por el día de los trabajadores.

Probablemente el fin empezó a gestarse el 1º de agosto del '87, en una convención de la A.N.R., cuando los "militantes" decidieron que la "torta" del Estado ya era chica para compartirla con los "tradicionalistas", y que ellos se merecían todo el botín. No hace falta decir que los desplazados quedaron muy molestos, sobre todo cuando se quedaron sin sus empleos, los famosos "zoquetes".

A comienzos del '88, la A.N.R. y su candidato Alfredo Stroessner ganan las elecciones, digamos mejor las votaciones, y en ese entonces empieza a surgir el rumor de que ese sería su último periodo, después de todo ya tenía 76 años, y que le sucedería Gustavo, su hijo. Por supuesto que enseguida empezaron las aclamaciones "Mi General, usted es nuestro único lider, el segundo reconstructor, qué va a pasar del Paraguay sin su ilustre conducción..."

El recelo y la desconfianza entre Gustavo Stroessner y ciertos estamentos militares eran mútuos, sobre todo con el Gral. Andrés Rodríguez, el segundo hombre fuerte del pais. Fue pasando el '88 entre el descontento de los "tradicionalistas" y los cada vez más fuertes rumores de que iban a pasar a retiro al Gral. Rodríguez, así que iba llegando el momento en que los golpistas tendrían que jugarse el todo por el todo, y más les valía salir victoriosos, porque ejemplos de lo que les pasó a los derrotados había muchos, ninguno agradable, lo más benigno era el exilio.

Como suele decirse "La derrota es huérfana, pero la victoria tiene muchos padres", indiscutiblemente que las acciones que iban emprendiendo diversos sectores sociales con protestas, jornadas de reflexión, "marchas del silencio", la venida del Papa Juan Pablo II, entre otras, todo eso contribuyó a la caída. Cada cual es libre de atribuirse el crédito que cree que le corresponde en su contribución al fin del regimen, hasta que el 3 de febrero del '89...
Fue el consuegro el que lo tumbó.

Finalmente...

Agradezco a los que me estuvieron siguiendo en estas 7 entregas. Reconozco que el último párrafo es un tanto cínico y pesimista. Todo el relato estuvo basado en lo posible en MI experiencia personal. Material de lectura sobre esos años hay un montón en internet, el descubrimiento del "Archivo del Terror" contribuyó bastante a que muchos dejaran de decir "Historias nomás lo que dicen ustedes, no era tan así como lo pintan..."

No soy una persona precisamente social, y a nivel de redes tipo Facebook o Twitter, absolutamente nada, ni siquiera una cuenta de WhatsApp tengo. Habilité una cuenta en Gmail por si alguien quiera compartir algo conmigo:  enriquehoracio76@gmail.com, así que... hasta la próxima!!!


martes, 19 de abril de 2016

6ª - La Pascua Dolorosa

Semana Santa de 1976

Esa Semana Santa del '76 es conocida como la "Pascua Dolorosa", por la terrible represión que ejecutaron las fuerzas policiales y militares en el Dpto. de Misiones. No era tanto capturar sospechosos, ni torturarlos para obtener información, sino que directamente era demostrar una violencia salvaje para "que aprendan lo que les pasa a los que se meten con comunistas".

No puedo comprometerme...

Los que realmente estaban "en algo", finalmente pasaron al penal de Emboscada. Pero qué pasaba con nosotros?, los que "ligamos de arriba ité", tipo Eduardo y yo? incluso hubiera entendido (no deseado) que a Gabriel y Federico les hubieran hecho algo físico, ya que eran hermanos de un implicado en la OPM, pero nada tampoco, así que estábamos de rehenes por si de por ahí alguien "cantaba" alguna relación nuestra con ellos.

Que nuestros familiares entablen una acción judicial para nosotros, era una absoluta pérdida de tiempo, porque incluso las fuerzas policiales tenían un instrumento legal para mantenernos detenidos en virtud de la famosa Ley 209. Así que el único recurso era recurrir a algún pariente o amigo con alguna influencia, pero incluso las personas con bastante poder te decían "Ndee, 'masiado jodida está la situación, no puedo compremeterme en este caso..."

Un primo-hermano de otro tío mío era comandante de una unidad militar, y él le decía a mi tío "Por la señora voy a interceder, pero tu sobrino... vos estás seguro, seguro, que no está metido?", finalmente hizo las gestiones por mi mamá y yo. Después nos enteramos que por culpa de la Pascua Dolorosa no salimos ya el lunes 19 de abril (lunes santo), cuando el comandante le dijo a mi tío "Se fueron todos al interior los que deciden, y cuando volvieron ya no estaban con ganas de escuchar nada..."

Otro hermano de Federico y Gabriel tenía una relación de vecino con el presidente de una seccional colorada, aparte de colaborar mucho (mediante su empresa) con dicha seccional en las acciones de ayuda social. Ya eran varias semanas que seguían presos Federico y Gabriel, va este hermano a pedir por ellos con el de la seccional, éste le dice "Vos sabés lo dificil que está la cosa..., yo no voy a poder pedir por tus hermanos, no puedo compremeterme...", a lo cual le responde: "Yo no te pido que hagas que los suelten, pero vos tenés influencias..., por favor vé si hay algo todavía contra ellos". Y eso es efectivamente lo que fue a hacer este hombre a Investigaciones, y allí le dijeron que ya no había nada comprometedor y que en dos días los iban a  soltar. Y así fue.

Se acabó la entrada de comida

Ahí dentro no nos afectó mucho la Pascua Dolorosa, excepto por el caso que comento en el siguiente apartado. Nos dimos cuenta que empezó a haber mucho movimiento de gente, que los policías estaban nerviosos, así que tratamos de pasar desapercibidos los que estábamos en nuestra pieza.

Hasta el domingo de Pascuas (18 de abril) dejaron entrar comida que nos llevaban los familiares, y tal vez la gota que llenó el vaso de la percepción que tenían ellos de nuestra aparente "buena vida", fue que ese domingo le hicieron llegar a Gabriel una torta de cumpleaños (efectivamente era su "cumple"). Comimos entre todos la torta, y sin darnos cuenta en ese momento, era lo último sabroso que tendríamos hasta salir.

Al día siguiente, nos avisan que se prohibió la entrada de comida, que hagamos una fila y que nos iban a servir la "comida de la casa". Un día arroz, otro día fideos, otro día porotos, otro día locro, acompañado de un "zoquete" de carne, que había que comerlo con la mano, ya que no teníamos ni tenedor ni cuchillo, acompañado de dos galletas. No sé por qué, pero en ese momento me acordé de un dibujo de Quino, donde Susanita le decía a Mafalda "Cuando yo sea grande, voy a estar en esos comités que hacen fiestas de beneficencia con pavo, caviar y champán, para poder comprar arroz, fideos, porotos y todas esas cosas que comen los pobres..."

Que se muera!!!

Uno de esos días de Semana Santa traen a nuestra pieza a un señor, de entre 60 y 70 años, que era repartidor de Sendero (semanario de la Conferencia Episcopal Paraguaya, no en buenas relaciones con el gobierno por ese entonces). Lo traen medio arrastrado y lo dejan sentado en el suelo, en la puerta entre la pieza y el corredor, pero hacia el lado de adentro. Se queda el señor allí, aparentaba estar durmiendo, pero se notaba que respiraba.

Cuando llegó la hora de entregar la comida (todavía dejaban que ingrese), viene un policía y llama "Mario Arzamendia !", y como nadie le respondía le dijimos "A ese señor le trajeron esta mañana, él ha de ser..." y le dejó un bolsón tipo mercado junto a él con lo que le habían envíado. Todos nosotros empezamos a comer, pero el señor seguía durmiendo.

Después de comer, algunos de nuestros compañeros que tenían estudios de medicina se acercaron al señor y le tomaron el pulso, vieron su respiración y lo notaron muy mal, se acercaron al guardia, que justo era "Monsieur Palo de Repasar", y le dijeron "Ese señor está muy mal, se puede morir en cualquier momento...", y el individuo respondió gritando "Que se muera!!!"

En ese momento no pudimos hacer ya nada más. No me acuerdo cómo llegó la información a los oficiales superiores, lo cierto es que vinieron, lo examinaron y ya estaba muerto, nos increparon de por qué no habíamos avisado, y le dijimos que comunicamos al guardia la situación, y que éste nos respondió "Que se muera!!!". Nos hicieron poner a todos contra la pared mientras ellos hacían algo con el cuerpo y finalmente se lo llevaron.

Ya después nos enteramos que este guardia tuvo su castigo: tres fines de semana sin poder salir de franco. Si, tal cual, ese fue su castigo.

Para entender la siguiente sensación que experimenté, es necesario saber a qué me refiero con la melodía "Toque de silencio", que está en el siguiente video (1 minuto y algo más). Yo la había escuchado por primera vez en el entierro del papá militar de un amigo y compañero de colegio, allá por el '72, acompañado por una salva de 21 disparos de fusil. Se me hizo un nudo en la garganta.


Hasta ahora me recuerdo vivamente cuando uno de nuestros compañeros de celda, una vez que se retiraron los policías, empezó a silbar suavemente esa melodía, seguíamos todos mirando al suelo, me invadió otra vez esa sensación de la garganta cerrada. Una experiencia muy profunda.

Esa melodía se llama TAPS, y fue compuesta en 1862. Hay otra que se llama IL SILENZIO, basada en la primera y compuesta en 1965. "Taps" se puede tocar con un clarín (como una trompeta pero sin los 3 pistones para las notas), en cambio "Il silenzio" hay que ejecutarla con trompeta. No pueden perderse de escuchar una interpretación ESPECTACULAR de la segunda, con acompañamiento de orquesta, en el siguiente video:



Si todo lo anterior les dejó el ánimo en una modalidad épico-melancólica, para terminar esta entrega les sugiero una música de Mocedades "Solo era un niño", ambientada en los últimos años de la dictadura del Generalísismo Francisco Franco en España (allá por el 1974-1975). Tiene que ver con vivencias muy similares.




sábado, 16 de abril de 2016

5ª - Los días seguían pasando...


 Aburridos (antes de la "Pascua Dolorosa")

Por lo que pude leer de varios autores, a más de lo que nos contaban los allí ya presentes, hasta el lunes 5 de abril el Dpto. de Investigaciones era un departamento con "full service", porque aparte de las facilidades habituales, incluyendo las "habitaciones superiores" para los huéspedes ya antigüos, en el mismo Dpto. también se realizaban los "interrogatorios profundos".

Pero a partir del martes 6, era tal la cantidad de gente en ese edificio, las mujeres en las salas de recepción del frente, nosotros en esa pieza que alguna relación con la cocina tenía, más las personas en los pasillos, y más gente desparramada por todas partes, parece que les entró una especie de "delicadeza" y "recato", que los "interrogatorios profundos" ya no se realizaban allí.

El gran miedo, sobre todo en los dos o tres primeros días, era cuando venían a buscar a alguien para llevárselo a la esquina de Ntra.Sra. de la Asunción y Pdte. Franco, donde funcionaba el Dpto. de Vigilancia y Delitos, y esa búsqueda era casi siempre a la madrugada. "Sé que me acuesto acá y ahora, será que me despertaré otra vez acá mañana??" era la pregunta existencial a la noche, sobre todo al inicio de la "estadía".

Días normales (y aburridos)

El problema era qué hacer entre el desayuno (6:30 - 7:00 AM) y el almuerzo al mediodía. así como entre el almuerzo y la hora del baño, seguido de la merienda-cena. Teníamos que estar sentados en el suelo (no necesariamente sobre el piso), podíamos hablar entre nosotros, pero obviamente no podíamos reirnos a carcajadas ni tampoco hablar muy fuerte. No podíamos levantarnos, salvo para ir al baño o para buscar algo de nuestra "mesa común". Aunque el "toque de queda" era temprano, a eso de las 19:30, yo al menos decía "Uff, al menos ahora puedo cerrar los ojos..."

Había una medida que la tomaban por pura maldad (la palabra exacta es mbore), y era que no podíamos dormitar, si nos descubrían entre-cerrando los ojos, ya salía el grito "Aquel que está durmiendo, despiértese pues, qué es lo que se cree!!!"

En aquel entonces Federico, Eduardo y yo fumábamos, y por suerte siempre dejaron que nuestros familiares nos enviaran cigarrillos, incluso cuando prohibieron la entrada de comida. En una ocasión empecé a "moquear" y pude enviar una esquela (controlada obviamente) donde pedía que me enviaran antigripales, gotas nasales, Mentholatum y pañuelos, cosa que hicieron y me los entregaron sin problemas. En esos días de chorrearme las fosas nasales, como era mi costumbre agarro un poco de papel higiénico y me sueno la nariz, uno de los "veteranos" me reta "Cómo vas a usar papel higiénico para eso, y si después cortan la entrada???, usá tu mano o esos papeles viejos de diario!!!", no tuve más remedio que otorgarle la razón y prometer no volver a hacerlo.

Un personaje fuera de lugar

Una mañana entra un guardia a nuestra pieza, llama a uno de nosotros y le ordena que se presente allí nomás a lado, en el Casino de Oficiales para algo. No sabíamos para qué.

Después de unos 5 minutos regresa el hombre, éste le indica a otro que vaya allí, y él se sienta junto a nosotros, le preguntamos qué era lo que pasaba, y nos responde que era un fichamiento nomás.

Así iban pasando hasta que me tocó el turno a mí, me acerco hasta una mesa donde estaba un oficial de policía, arriba de los 40 años, perfectamente uniformado, con la corbata reluciente y la cara recién afeitada. Había sido que venía del Dpto. Central de Policía para hacernos otra ficha a todos nosotros.

"Tome asiento", me indica y me siento frente a él, "cuál es su gracia?" me pregunta, "cómo?" le pregunto yo, él me responde "su gracia..., su nombre". Me tomó totalmente descolocado, esa era la primera vez en mis 19 años que escuchaba la palabra "gracia" como sinónimo de nombre personal.

Tenía todo el equipamiento para tomar huellas dactilares, cosa que hace conmigo, me hace firmar una ficha, me pregunta algunos datos filiatorios, siempre con un tono calmado de voz, y finalmente me dice "Eso es todo", y por un momento pensé que me iba a decir algo como:"Discúlpeme por su tiempo", obviamente que no lo hizo, pero su última frase, de nuevo con tono tranquilo fue "Puede retirarse". Tal cual dije: totalmente fuera de lugar.

"El Jefe quiere hablarme"

Un día lo traen a un indivíduo de entre 35 y 40 años, perfectamente trajeado, se sienta con nosotros en una silla (de las del comedor), en el pórtico más alejado del corredor. Le preguntamos si por qué le habían traído, y con un acento cubano nos dice que el jefe (Pastor Coronel) quería hablar con él.

Se llamaba Ciro, y aunque era cubano de nacimiento, se había nacionalizado norteamericano, y antes de vivir en Paraguay residía en USA. Cuando se supo la verdad de su apresamiento, había sido que uno de sus competidores comerciales, sabiendo que era cubano, y así como estaban las cosas, lo denunció como "comunista". Los policías le dijeron que "el Jefe quería hablarle" y lo llevaron, por eso fue trajeado al Dpto.

Pasaron varios días, el traje ya se lo sacó, se estaba convenciendo que estaba detenido también como todos nosotros, hasta que apareció el cónsul de EEUU para entrevistarlo, les prepararon una mesa con dos sillas en el comedor, dos policías estaban allí controlando, Ciro y el cónsul hablaban en inglés. "Qué le dijo, qué le dijo?", le preguntaron después de una pregunta del cónsul, "de si cómo me estaban tratando aquí", y los policías le ordenaron "dígale que bien, dígale que bien..."

Lo último que podía ser este hombre era comunista, era un anti-castrista declarado, y sin llegar a ser combatiente, colaboró con la CIA en un puesto de soporte operativo cuando la invasión de USA a Bahía Cochinos. O sea que comunista..., na' que ver.

Habeas Corpus???, ja ja ja, era la respuesta oficial, así que sus familiares de alguna manera pudieron contactar con gente de la CIA (en USA), allí fue escalando la cosa hasta que uno de los capos le llamó a Anastasio Somoza (presidente de Nicaragua en ese entonces), éste le llamó a Stroessner y le reclamó el por qué un soldado por la libertad estaba preso en Paraguay, un llamado final de Stroessner a Pastor Coronel y al fin lo liberaron. Todo por una denuncia infundada, motivada por celos comerciales.

La alternativa al aburrimiento

Cuando uno consideraba lo que habían pasado algunos de nuestros compañeros de celda cuando los agarraron, y lo que seguían pasando tanto ellos como algunos que iban entrando, parece increíble que lo único que nosotros cuatro queríamos era "estar presos nomás", como dije?, tal cual: "Estar presos nomás"

Una alternativa era tomar el "paquete completo", que precisamente aburrido no era, y se desarrollaba mayormente tan solo a 50 metros de allí.

Las ofertas incluían hidro-masajes, electro-estimulación, termo-terapia, "nail-lifting" (uñas levantadas) y masaje corporal profundo.

Por favor, de ninguna manera quiero que se tome el párrafo anterior como una trivialización de todo lo que tuvieron que pasar y sentir en su humanidad muchos compatriotas, en forma de bañeras de tortura, picanas eléctricas, quemaduras con cigarrillos, arranque de las uñas con tenazas, y golpes de todo tipo, con puños, palos, cintos y lo que estuviera al alcance.

Como decía en el primer párrafo de este apartado, dadas las alternativas, queríamos estar "presos nomás".


martes, 12 de abril de 2016

4ª - Los primeros días


Primeros días (tranquilo, ya vamos a salir...)

Conociendo el ambiente

El croquis anterior muestra lo que yo recuerdo del Dpto. de Investigaciones. Crónicas y relatos posteriores (después del 1989 obviamente) indican que no estaba tan lejos de la realidad. Eso era la planta baja, luego había dos plantas más hacia arriba. Tampoco estaba yo errado en que ahí terminaba el edificio hacia el fondo.

Buscando material en internet para este blog encontré el siguiente enlace: prohibido-detenerse-en-esta-cuadra donde alguien que estuvo detenido allí a comienzos de los '70, vuelve a visitar el lugar, cuando ya fue convertido en Museo de la Memoria, y comenta en ese artículo cosas muy interesantes.

Nuestra "habitación" tenía 3.50 x 4.50 metros más o menos, y estábamos entre 10 a 14 personas, no recuerdo el número exacto. En el croquis se ven dos pórticos entre la pieza y el comedor, entre ambos pórticos había una mesa, donde dejábamos nuestras pertenencias "delicadas", como ser platos, cucharas, jarros y papel higiénico. Federico dormía bajo esa mesa porque ya no había más lugar.

Entrando en ritmo

Creo que el mínimo de los utensilios necesarios para alimentarnos nos fue provisto por el Dpto., a saber: un plato enlozado para la comida, una cuchara (nada más) y un jarro para los líquidos. El desayuno se servía a eso de las 6 AM y era una porción de cocido con dos galletas. El almuerzo era al mediodía, y en esos primeros días dejaban que nuestros familiares nos hicieran llegar comida, después se acabó eso (voy a comentarlo en una próxima entrega). La merienda-cena era a eso de las 18:30, otra vez un jarro de cocido con dos galletas, y la orden "Todos a dormir!!!" a eso de las 19:30, claro que con TODAS las luces prendidas (de hecho que nunca se apagaban).

A eso de las 17 dejaban que entráramos a bañarnos, y permitían que los familiares nos hagan llegar (y retirar) ropas, sobre todo las interiores así como tohallas. También dejaban pasar jabones y elementos de higiene dental. Respecto a la ida al baño, podríamos decir que los de esa pieza éramos relativamente privilegiados, porque no teníamos una hora estricta para eso, era pedir permiso al guardia de turno y ya bastaba. Claro que íbamos conociendo a los distintos guardias...

Las mujeres siempre venían al baño y regresaban a su pieza en grupos, lo hacían varias veces al día, pero siempre en grupo o grupitos, sobre todo al regresar. La relativa flexibilidad que teníamos nosotros hizo que una vez, sin darme cuenta, yo "ligara" un castigo disciplinario (en seguida nomás la anécdota).

Pero hablando de necesidades sanitarias, en algún momento de ese primer día, a través de la puerta que daba hacia al pasillo, vimos a un grupo de gente que circulaba en fila por un pasillo exterior del primer piso, llegaban a una escalera, y se bajaban hasta el baño, llevando todos una lata o balde (digamos como un envase de pintura de 10 litros) en la mano.

Preguntamos a los compañeros más "antiguos" acerca de quíenes eran esos, y nos respondieron "Esos son presos políticos que ya hace rato están en las celdas de arriba, y solo pueden usar el baño una vez al día, y lo que traen en esos baldes..., ya se imaginarán lo que es"

Ya le salió dos a ese...

No sé en qué habré estado pensando, lo cierto es que no me dí cuenta que había todavía mujeres en el baño, el guardia no estaba a la vista como para pedirle permiso, y me dirijo momás al baño, empiezo a entrar, una de las mujeres que me vió dice "estamos las mujeres ahora, espere!!!", escuchó eso el guardia a quienes le llamábamos "la amenaza blanca", un tipo realmente grande de constitución física, y lanza su advertencia "Ya le salió dos a ese que entró al baño cuando estaban las mujeres...!!!"

Mis compañeros de celda me dicen "te va a dar un pecho ro'o, no te hagas el machito porque te va a doler más". Se acerca el indivíduo a la puerta y brama "que salga ese!!!", salgo al pasillo, él me ubica con la espalda hacia una especie de armario, me dice que me quite los anteojos, ahí me asusté más porque  pensé que me pegaría en la cara también, pongo los lentes en el bolsillo de la camisa, y me dice que los tenga en la mano porque ahí se iban a romper.

Se para frente a mí y con los dos puños juntos me pega, entre las tetillas y la clavícula, cada puño a un lado del esternón. Como no me había resistido, golpeo fuerte la espalda contra el armario trás mío que hace un ruido tremendo, fué más el ruido que el daño, empiezo a toser descontroladamente (fumaba por ese entonces), no paraba de toser, me agarra del cuello de la camisa y me pone de pie otra vez y me dice "se salvó del segundo..., y que sea la última vez!!!". No hace falta decir que efectivamente fue la última.

Parece liviano el relato...

En ese primer día también, uno de los conocidos que ya estaba ahí desde hacía dos días nos dijo, en voz baja obviamente, señalando a unas manchas en el piso, cerca del pórtico más cercano al corredor, "Exactamente allí dejaron que se muera Mario Schaerer..."

Al que tenga interes en profundizar le recomiendo dos enlaces:
El primero es un libro "Tortura & Muerte, el caso Schaerer Prono", escrito por Adriana Raquel Marecos Gamarra, que es un PDF disponible para su lectura, y está alojado en el sitio web del Poder Judicial. Como su nombre lo indica, se centra en los últimos días de Mario Schaerer, y sobre todo en el proceso judicial que inició (y terminó) su viuda: Guilermina Kannonikoff Flores contra los responsables de ese hecho.

Tiene tres grandes partes: un relato por la autora (haciendo muchas referencia a otros, sobre todo al Dr. Alfredo Boccia), siguen fotos de varias etapas de Mario, y la tercera parte es larguísima, pero tremendamente impactante, ya que se trata de la trascripción de las declaraciones testificales del juicio, hay que leerlo "un poquito por vez".

El segundo enlace es un artículo muy bueno escrito por el Dr. Alfredo Boccia Paz, lo que él comenta allí es lo que realmente terminó generando nuestra detención. Este hombre tiene una extensa bibliografía, su forma de redactar hace muy amena la lectura. Si el enlace que presento tiene algunos errores que imposibilitan su lectura, les doy otro: OPM, la profecía auto-cumplida que es el mismo artículo, solo que en otro portal (los colores de la página son HORRIBLES).

Muchos podrán argumentar, en aquellos momentos, e incluso hasta ahora:
  • Por un lado: "eso y mucho más se merecían esos comunistas de mie..."
  • Y por el otro: "era la única forma de derrocar al regimen dictatorial y sanguinario"
Pero nadie puede decir, con sinceridad al menos: "Eso no ocurrió"


sábado, 9 de abril de 2016

3ª - Miércoles 7 de abril

Cae mi mamá y se salva uno

Desubicación inicial

Como relaté anteriormente, empezamos con la diana matutina de las 5:30 AM "arriba todos, manga de comunistas dormilones!!!", seguido del desorden de la formación y los palazos al azar con el palo de repasar.

Una vez que volvimos a nuestra pieza (el croquis en la siguiente entrega), le digo yo a Gabriel "che, si por ahí nos quedamos una noche más, pongamos la frazada con otra orientación, yo casi dormí en el suelo anoche...", a lo que con suma confianza me contesta él "Dejate de joder Enrique, cómo vamos a quedarnos una noche más...". Buee, bastante más que una noche nos quedamos.

La otra desubicación fue la mía, que al verle la primerísima vez a mi mamá, pensé que venían de visita tanto ella como las demás mujeres, porque cuando me acerqué a ella, y luego del abrazo, le paso las llaves de un Escarabajo que estaba usando (de mi tía Lida) como para que se las devuelva a su dueña, "yo estoy detenida también...", me dijo y allí recién tomé conciencia de su situación, "bueno, pero de todos modos ponelas en tu cartera, a mi molestan en el pantalón...", cosa que hizo.

El apresamiento de mi mamá

A primera hora de la mañana, angustiada ella, se dirige caminando a la casa de Gabriel, Federico y Javier (300 metros nomás) para preguntar por mí, le atiende doña Rosa, la mamá de ellos, y le confirma que efectivamente habíamos sido apresados y llevados al Dpto. de Investigaciones. En la casa de Federico ya quedó apostado un personal policial y se intervino el teléfono.

Si allí hubiera terminado su participación, no le habría pasado nada, se reducía a la búsqueda desesperada de un hijo por parte de su madre. La decisión que tomó luego fue la que desencadenó su detención.

Decide seguir caminando unos 200 metros más hasta la casa de mi tío Orlando, como para ver que se podía hacer por mí. Craso error. Una cuñada de mi tío, Waldina, que estaba en la O.P.M. y que vivía con ellos en su casa, estaba también siendo buscada por la Policía, no estoy seguro si en ese momento ya había un personal policial allí.

Después decide tomar un colectivo (camina media cuadra nomás) para dirigirse a la iglesia de la Virgen del Perpétuo Socorro (Víctor Haedo c/ Chile). Le sigue un policía que se sube también al ómnibus. No sé sé si éste le había seguido desde lo de Federico o era el que estaba en lo de mi tío Orlando.

Lo cierto es que llega a dicha iglesia, se acerca llorando a una imagen de San Judas Tadeo (era muy devota de dicho santo), implorando "Señor, dime dónde está mi hijo...". Se pega un susto cuando alguien (el policía) le agarra del brazo con firmeza pero sin violencia y le dice "Tranquilícese señora, yo le voy a llevar a donde está su hijo", "Cómo?" pregunta ella, "Su hijo está detenido, y usted también ahora, acompáñeme!!". Y así se fueron caminando desde V.Haedo c/ Chile hasta Pdte. Franco c/ Chile en esa mañana temprano del miércoles 7 de abril.

Salvado uno...

Mi tio Orlando tenía un consultorio odontológico en su casa, y como él atendía los miércoles allí, lo más probable es que lo que cuento a continuación haya ocurrido en algún momento más tarde ese mismo miércoles.

Waldina (su cuñada), seguía siendo buscada por la Policía, un personal policial se instaló en la sala de espera controlando todo el movimiento, y se intervino el teléfono.

Mi tío estaba atendiendo a un paciente, el policía (de civil) en la sala de espera, un "camarada" de Waldina que quiere saber novedades de ella entra también a la sala (el policía no sospecha) y se pone a aguardar como para preguntarle a mi tío cuando esté disponible.

Despide mi tío al paciente, se acerca a la sala de espera, le reconoce al "camarada" y con una pasmosa tranquilidad (externa) le dice "Fulano, te estaba esperando, pasá pues...", no le deja hablar y lo tumba en el sillón de atención, hace andar el torno para que haga ruido, le hace señas que no diga nada, y entre zumbidos del torno y sonidos de instrumentales, le va contando al oído la situación, y que a partir de ese momento era su "paciente".

Después de un tiempo razonable de "atención odontológica", lo acompaña hasta la puerta y le dice "Bueno Fulano, te espero el próximo miércoles para continuar el tratamiento...", y el "camarada" se retira sin problemas.

Si después cayó preso, ya no sé, pero en ESE momento se salvó, y fue gracias a tío Orlando.


jueves, 7 de abril de 2016

2ª - Del 6 al 7 de abril

La noche del 6 y las primeras horas del 7 de abril

Había comentado en la primera entrada de este blog, que una de las cosas que habían secuestrado como "evidencia" de lo subversiva que era esa familia, fue un poster de Mafalda, aquí va:

Voy a quedarme un rato todavía (en el relato) en la casa de Federico, para luego continuar con la ida a Investigaciones, la llegada allí, esa primera noche y el amanecer del miércoles 7.

Todavía en la casa de Federico

Mientras seguíamos "manos arriba y contra la pared!!!" Gabriel, Federico, Eduardo y yo, se terminaban de convencer los policías que Javier no estaba allí y que tampoco había armas, pero después de poner patas para arriba bibliotecas, escritorios y lo que se le pareciera, decidieron que era hora de llevarnos a los cuatro.

En ese momento a Gabriel se le ocurre ir de cuerpo, el baño estaba allí al lado nomás de nuestra ubicación, le pide permiso al oficial a cargo, se lo concedió, pero un policía entró con él al baño y lo acompañó hasta que terminó de hacer sus necesidades.

Como estaba medio fresquito (yo tenía una camisa manga larga y una campera liviana), Gabriel pide permiso para poder llevar una frazada como para los cuatro, le autorizan, su mamá le prepara una, el policía la revisa minuciosamente, y finalmente puede llevarla.

Camino a Investigaciones

Gabriel, Eduardo y yo en la parte trasera de un Volkswagen Brasilia, más el chofer y el oficial a cargo, componíamos uno de los dos vehículos con destino a Investigaciones.

El otro vehículo era un Volkswagen Escarabajo, donde fué Federico, el chofer, no estoy seguro si un policía más y alguien desconocido (hasta ese momento) en el asiento del acompañante.

Federico luego nos comentó que cuando se estaba subiendo al Escarabajo, pudo ver a una persona bastante maltratada en el asiento, completamente encadenada al mismo, y que allí recién se dió cuenta que era Miguel Angel ("Gorilón" era su apodo).

Años después, Miguel Angel le pidió disculpas a Javier, explicándole que de todo le hicieron en dependencias policiales para que les indicara dónde exactamente era su casa.

Llegamos a Investigaciones

Había un montón de gente, en las piezas, en los pasillos, algunos sentados en el piso, otros de pie, otros en la clásica posición "contra la pared".

Nos llaman a una pieza aparte a Eduardo y a mí (por separado), y la pregunta era siempre "dónde está Javier?, le conoce a Javier?". Con el correr de los años me hice más amigo de Javier y entablamos relaciones profesionales, pero en ese momento..., ufff.

Hasta a Gabriel le tenían loco con la pregunta "Usted es Javier?", "No, yo soy Gabriel, Javier es mi hermano" respondía él.

Nos hicieron pasar a los cuatro a un pasillo, era ya medionoche más o menos, no me acuerdo si estábamos parados o sentados, cuando se nos acerca un policía y nos pregunta "ustedes cuatro están juntos?, tienen algo en que acostarse?", Gabriel le responde que sí, que estábamos juntos y que teníamos una frazada para acostarnos, "bueno, pasen allí, hay un lugarcito para cuatro, pongan la frazada en el suelo y acuéstense"

En la próxima entrega, o tal vez en la siguiente a esa, pondré un croquis de nuestra "habitación" y su "vecindario".

La mañana del miércoles

Muy temprano a eso de las 5.30, entra a nuestra pieza un personaje vociferando "arriba todo el mundo!!, manga de comunistas dormilones!!, salgan y fórmense por estatura!!".

Tras que era angosto el pasillo, estábamos medio dormidos, y era la primera mañana que pasábamos allí, esa formación fué un desastre, y este indivíduo empezó a pegarnos al azar con un palo de repasar. Yo no "ligué" allí, pero desde esa vez se le quedó el apodo de "Monsieur Palo de Repasar", que volverá a tener una nefasta intervención más adelante.

Volvimos a nuestra pieza, fuimos en orden al baño (que estaba al frente nuestro, cruzando el pasillo), no me acuerdo si desayunamos algo de allí o ya empezó la entrega de víveres por parte de nuestros familiares.

Alguien inesperado

A eso de las 8 de la mañana, vemos pasar por el pasillo a una fila de mujeres con destino al baño, había sido que ellas estaban detenidas en las piezas del frente del edificio, y tenían que hacer esa peregrinación varias veces al día hasta el único baño (si bien es cierto que tenía varios inodoros, lavatorios y duchas).

La sorpresa fue ver a MI mamá entre ellas, que dentro de la desgracia que estaba pasando, al igual que todos nosotros, al verme bien y "entero" sobre todo, después de unas lágrimas se sonrió, pidió permiso para que yo pudiera acercarme y abrazarla, y recién allí continuó camino al baño.

Cada vez que pasaba al baño, era un saludo mútuo y una sonrisa, ya que seguíamos bien ambos, aunque los días seguian pasando.

El por qué cayó ella presa, ya formará parte de la próxima entrega.




miércoles, 6 de abril de 2016

1ª - 6 de abril del '76


Martes 6 de abril del 1976

Qué joder, pasaron ya 40 años, no voy a decir "parece que fue ayer..." pero muchas de las cosas que me ocurrieron ese día y los siguientes, realmente se me quedaron grabadas bien adentro.

Antecedentes

Ya había tomado la decisión de seguir Ingeniería (Civil en ese momento), tanto por mi perfil intelectual como por las posibilidades laborales (Itaipú estaba comenzando), así que enero, febrero y marzo de ese año era "meterle duro" al cursillo de ingreso, ya que el año anterior se habían presentado casi 800 postulantes, y se esperaban más de 900 para ese año '76.

Y había que meterle al estudio, tanto por las exigencias del dueño del cursillo (era uno de los tres mejores en ese momento), como por lo que nos decían: "el mínimo es 216 sobre 360 puntos en los 3 exámenes, pero como hay muchos postulantes, los examinadores aprietan sin asco..."

Así que mucho tiempo para ocuparme de los temas de actualidad no tenía, pero había una situación en Argentina que era dificil de ignorar. Las cosas estaban bastantes feas por ahí, entre las acciones de los Montoneros y el E.R.P. (Ejército Revolucionario del Pueblo) por un lado, la A.A.A. (Alianza Anti-comunista Argentina) por otro, la Presidenta María Estela de Perón casi sin poder efectivo de gobierno, era el momento ideal para que los militares tomaran el poder REAL.

Terminando la segunda semana de marzo, casi daba risa la frase "mañana ya es el golpe...", y así pasaban los días, cada vez con más certeza que la presidencia de "Isabelita" como la llamaban, estaba llegando a su fin, y no precisamente con elecciones democráticas.

Hasta que llegó el 24 de marzo, la Junta Militar encabezada por Videla derrocó a la Presidenta y comenzaron los años del Proceso de Reorganización Nacional. Por nuestro pais Stroessner ya llevaba 22 años "reorganizando" al Paraguay, así que mucho no debería afectar a la situación local un nuevo golpe de estado en la región.

La Junta Militar inició la intervención a las universidades estatales, y tanto en Córdoba como en Corrientes había un gran número de estudiantes paraguayos, muchos de ellos con tendencias izquierdistas y varios con ideas y prácticas directamente extremistas. Empezaron a "correrse" hacia el Paraguay (no les quedaba otra), y allí se enlaza la situación con mi relato.

Los momentos previos

El viernes 2 de abril fue el último examen de ingreso (Física), y completé los puntos que me faltaban para entrar a la Facultad. El lunes 5 de abril era el cumpleaños de Eduardo, integrante de nuestra "barra" (no voy a citar apellidos, a no ser que sea información pública), así que decidimos celebrar en grande mi ingreso junto con su "cumple" el domingo 4.

Así que ese domingo 4 fuimos a una quinta en Luque de mi tío a celebrar ambos acontecimientos. Un buen asado regado con abundante vino y cerveza. No estábamos todavía al tanto de lo que estaba aconteciendo en ámbitos policiales.

A quienes interese, Andrés Colmán publicó hace unos días nomás una nota interesante en Ultima Hora de lo que estaba pasando en ese momento:  La guerrilla aniquilada antes de combatir

El lunes 5 a la mañana salí a iniciar las gestiones para los documentos que necesitaba presentar en la Facultad. Todos en el centro comentaban las balaceras que hubo en el barrio Herrera y de la cantidad impresionante de detenidos en el Dpto. de Investigaciones

El resto del lunes 5 transcurrió sin novedades para mí. El martes 6 volví a salir por las gestiones y era impactante la cantidad de patrulleras en las calles, las famosas "Caperucitas Rojas" y los "Brasilia".

A la tardecita de ese martes combinamos con Eduardo y Federico vernos a la noche en la casa del último citado, aparte de otros socios de la barra. La casa de Federico era un lugar de encuentro donde pasábamos horas interminables, sea estudiando (cuando correspondía), jugando a las cartas, o sencillamente haciendo nada, hablando de bueyes perdidos (y vueltos a encontrar) pero entre toda la barra.

El momento de la verdad

Ramón y Jorge ("el cubano", si, realmente cubano), también habían quedado en irse a lo de Federico. y por una u otra razón, decidieron no hacerlo, pero ya a último momento. Eduardo, el dueño de casa y yo empezamos nuestra charla en el estar del segundo piso, con el infaltable tereré.

Por supuesto que el tema era la balacera en el barrio Herrera, y contó Federico que le habían apresado a su primo Carlitos, y en eso estábamos, cuando sonó el timbre, y dijo en broma "ndee, la cana...". Escuchamos que atendía la mamá de Federico y después nada más, un tenso silencio.

Vimos que alguien subia despacio las escaleras hacia donde estábamos los tres, y cuando ya nos vió, sacó un revolver y nos ordenó "Arriba las manos!!!", cosa que obviamente hicimos, y después dijo "De cara contra la pared y con las manos arriba!!!", no nos íbamos a negar, nos cacheó y después empezó a preguntar "Donde está Javier?, donde están las armas?"

Javier era el hermano de Federico, que estaba metido en la O.P.M. (Organización Político Militar) y que ya en ese momento se había escondido. "No sé donde está Javier y aquí no hay armas..." le respondió Federico. Empezaron a revolver la casa, y me acuerdo que secuestraron un poster de Mafalda donde ella decía, señalando a la cachiporra de un policía "Ven, este es el palito de abollar ideologías".

Mientras revolvían la casa y nosotros tres seguíamos contra la pared, llegó de la casa de su novia un hermano mayor de Federico, Gabriel. Escuchamos que le preguntaron "Usted es Javier?", "No, yo soy Gabriel, Javier es mi hermano", le ordenaron: "Muéstreme su cédula, y contra la pared también!!!"

Así que a eso de las 10 de la noche, en un Brasilia y en un Escarabajo, nos llevaron a Federico, Eduardo, Gabriel y yo al Dpto. de Investigaciones, en Pdte. Franco c/ Chile. Pasamos a ser "huéspedes extra-oficiales del estado paraguayo".