martes, 12 de abril de 2016

4ª - Los primeros días


Primeros días (tranquilo, ya vamos a salir...)

Conociendo el ambiente

El croquis anterior muestra lo que yo recuerdo del Dpto. de Investigaciones. Crónicas y relatos posteriores (después del 1989 obviamente) indican que no estaba tan lejos de la realidad. Eso era la planta baja, luego había dos plantas más hacia arriba. Tampoco estaba yo errado en que ahí terminaba el edificio hacia el fondo.

Buscando material en internet para este blog encontré el siguiente enlace: prohibido-detenerse-en-esta-cuadra donde alguien que estuvo detenido allí a comienzos de los '70, vuelve a visitar el lugar, cuando ya fue convertido en Museo de la Memoria, y comenta en ese artículo cosas muy interesantes.

Nuestra "habitación" tenía 3.50 x 4.50 metros más o menos, y estábamos entre 10 a 14 personas, no recuerdo el número exacto. En el croquis se ven dos pórticos entre la pieza y el comedor, entre ambos pórticos había una mesa, donde dejábamos nuestras pertenencias "delicadas", como ser platos, cucharas, jarros y papel higiénico. Federico dormía bajo esa mesa porque ya no había más lugar.

Entrando en ritmo

Creo que el mínimo de los utensilios necesarios para alimentarnos nos fue provisto por el Dpto., a saber: un plato enlozado para la comida, una cuchara (nada más) y un jarro para los líquidos. El desayuno se servía a eso de las 6 AM y era una porción de cocido con dos galletas. El almuerzo era al mediodía, y en esos primeros días dejaban que nuestros familiares nos hicieran llegar comida, después se acabó eso (voy a comentarlo en una próxima entrega). La merienda-cena era a eso de las 18:30, otra vez un jarro de cocido con dos galletas, y la orden "Todos a dormir!!!" a eso de las 19:30, claro que con TODAS las luces prendidas (de hecho que nunca se apagaban).

A eso de las 17 dejaban que entráramos a bañarnos, y permitían que los familiares nos hagan llegar (y retirar) ropas, sobre todo las interiores así como tohallas. También dejaban pasar jabones y elementos de higiene dental. Respecto a la ida al baño, podríamos decir que los de esa pieza éramos relativamente privilegiados, porque no teníamos una hora estricta para eso, era pedir permiso al guardia de turno y ya bastaba. Claro que íbamos conociendo a los distintos guardias...

Las mujeres siempre venían al baño y regresaban a su pieza en grupos, lo hacían varias veces al día, pero siempre en grupo o grupitos, sobre todo al regresar. La relativa flexibilidad que teníamos nosotros hizo que una vez, sin darme cuenta, yo "ligara" un castigo disciplinario (en seguida nomás la anécdota).

Pero hablando de necesidades sanitarias, en algún momento de ese primer día, a través de la puerta que daba hacia al pasillo, vimos a un grupo de gente que circulaba en fila por un pasillo exterior del primer piso, llegaban a una escalera, y se bajaban hasta el baño, llevando todos una lata o balde (digamos como un envase de pintura de 10 litros) en la mano.

Preguntamos a los compañeros más "antiguos" acerca de quíenes eran esos, y nos respondieron "Esos son presos políticos que ya hace rato están en las celdas de arriba, y solo pueden usar el baño una vez al día, y lo que traen en esos baldes..., ya se imaginarán lo que es"

Ya le salió dos a ese...

No sé en qué habré estado pensando, lo cierto es que no me dí cuenta que había todavía mujeres en el baño, el guardia no estaba a la vista como para pedirle permiso, y me dirijo momás al baño, empiezo a entrar, una de las mujeres que me vió dice "estamos las mujeres ahora, espere!!!", escuchó eso el guardia a quienes le llamábamos "la amenaza blanca", un tipo realmente grande de constitución física, y lanza su advertencia "Ya le salió dos a ese que entró al baño cuando estaban las mujeres...!!!"

Mis compañeros de celda me dicen "te va a dar un pecho ro'o, no te hagas el machito porque te va a doler más". Se acerca el indivíduo a la puerta y brama "que salga ese!!!", salgo al pasillo, él me ubica con la espalda hacia una especie de armario, me dice que me quite los anteojos, ahí me asusté más porque  pensé que me pegaría en la cara también, pongo los lentes en el bolsillo de la camisa, y me dice que los tenga en la mano porque ahí se iban a romper.

Se para frente a mí y con los dos puños juntos me pega, entre las tetillas y la clavícula, cada puño a un lado del esternón. Como no me había resistido, golpeo fuerte la espalda contra el armario trás mío que hace un ruido tremendo, fué más el ruido que el daño, empiezo a toser descontroladamente (fumaba por ese entonces), no paraba de toser, me agarra del cuello de la camisa y me pone de pie otra vez y me dice "se salvó del segundo..., y que sea la última vez!!!". No hace falta decir que efectivamente fue la última.

Parece liviano el relato...

En ese primer día también, uno de los conocidos que ya estaba ahí desde hacía dos días nos dijo, en voz baja obviamente, señalando a unas manchas en el piso, cerca del pórtico más cercano al corredor, "Exactamente allí dejaron que se muera Mario Schaerer..."

Al que tenga interes en profundizar le recomiendo dos enlaces:
El primero es un libro "Tortura & Muerte, el caso Schaerer Prono", escrito por Adriana Raquel Marecos Gamarra, que es un PDF disponible para su lectura, y está alojado en el sitio web del Poder Judicial. Como su nombre lo indica, se centra en los últimos días de Mario Schaerer, y sobre todo en el proceso judicial que inició (y terminó) su viuda: Guilermina Kannonikoff Flores contra los responsables de ese hecho.

Tiene tres grandes partes: un relato por la autora (haciendo muchas referencia a otros, sobre todo al Dr. Alfredo Boccia), siguen fotos de varias etapas de Mario, y la tercera parte es larguísima, pero tremendamente impactante, ya que se trata de la trascripción de las declaraciones testificales del juicio, hay que leerlo "un poquito por vez".

El segundo enlace es un artículo muy bueno escrito por el Dr. Alfredo Boccia Paz, lo que él comenta allí es lo que realmente terminó generando nuestra detención. Este hombre tiene una extensa bibliografía, su forma de redactar hace muy amena la lectura. Si el enlace que presento tiene algunos errores que imposibilitan su lectura, les doy otro: OPM, la profecía auto-cumplida que es el mismo artículo, solo que en otro portal (los colores de la página son HORRIBLES).

Muchos podrán argumentar, en aquellos momentos, e incluso hasta ahora:
  • Por un lado: "eso y mucho más se merecían esos comunistas de mie..."
  • Y por el otro: "era la única forma de derrocar al regimen dictatorial y sanguinario"
Pero nadie puede decir, con sinceridad al menos: "Eso no ocurrió"


3 comentarios:

  1. Hola tocayo. En primer lugar me toca agradecerte y felicitarte por compartir estos relatos tan interesantes y escritos en forma amena.

    Por otro lado, me tomo el atrevimiento de sugerirte que consideres la posibilidad de condensar estas experiencias en pocas entregas antes que en muchas. Esto te lo digo solamente teniendo en cuenta que hoy en día es difícil retener la atención de la gente por mucho tiempo y que mientras más se diluya o fraccione el relato, tal vez se pierdan más lectores por el camino (las herramientas de medición que te ofrece el blog podrían ayudarte a corroborar o descartar mi hipótesis).

    Yo por supuesto, sean 5 o sean 50 entregas, las voy a leer todas. Mi reconocimiento de nuevo por este aporte y quedo atento a nuevas entregas.

    Un abrazo.

    ResponderBorrar
  2. Hola tocayo. En primer lugar me toca agradecerte y felicitarte por compartir estos relatos tan interesantes y escritos en forma amena.

    Por otro lado, me tomo el atrevimiento de sugerirte que consideres la posibilidad de condensar estas experiencias en pocas entregas antes que en muchas. Esto te lo digo solamente teniendo en cuenta que hoy en día es difícil retener la atención de la gente por mucho tiempo y que mientras más se diluya o fraccione el relato, tal vez se pierdan más lectores por el camino (las herramientas de medición que te ofrece el blog podrían ayudarte a corroborar o descartar mi hipótesis).

    Yo por supuesto, sean 5 o sean 50 entregas, las voy a leer todas. Mi reconocimiento de nuevo por este aporte y quedo atento a nuevas entregas.

    Un abrazo.

    Enrique Cosp

    ResponderBorrar
  3. Una lectura que merece la pena profundizar. Me gusta el relato tan ameno y entretenido (que valga la aclaración que no me "entretengo" con las desgracias ajenas). Seguiré tus próximas entregas.

    ResponderBorrar