sábado, 23 de abril de 2016

7ª - Se va acabando la "estadía"


IMPORTANTE PARA LA LECTURA: Este es un relato CRONOLOGICO, y la plataforma (blogspot.com) muestra primero la última entrega, por lo que ruego a los lectores utilizar el índice a la derecha de la página, debajo de "Archivos del blog" y empezar por "1ª - 6 de abril del '76"

Alguna vez se acaba (y también el relato)

Después de ese Domingo de Pascuas cuando comimos la torta de cumpleaños de Gabriel, y desde el día siguiente en que prohibieron la entrada de comida, mientras Eduardo y yo estuvimos adentro, lo único que pasaba (al menos para nosotros) era la expectativa de cúal sería "el menú del día".

Los días eran tan aburridos que hablando con un compañero de pieza que vivía en Buenos Aires, me aprendí de memoria todas las paradas de dos líneas de ferrocarril de la Provincia de Bs.As. Con otro compañero que había hecho 2 años en el Liceo Militar, me aprendí todo el escalafón militar, naval y policial. "Tomame la lección..." les decía. Cualquier cosa con tal de matar el tedio.

El 28 de abril me llaman hacia el frente del Dpto., me hacen firmar algunos papeles y me dicen que pase a retirar mis cosas porque ya estaba en libertad "por Orden Superior". Pregunto por mi mamá y me dicen que ella también estaba libre y que nos encontraríamos en la Sala de Guardia. Regreso a nuestra pieza, recojo algunas cosas personales y me despido de mis compañeros por 21 días.

Al día siguiente salió Eduardo, también por gestiones de un político amigo de su familia. Federico y Gabriel se ilusionaron: mi mamá y yo un día, Eduardo al siguiente, su salida no podía tardar ya tanto, porque tampoco a ellos ya les llamaban más por alguna declaración.

Lo siguiente me contó Federico

A medida que volvían a pasar los días y no los liberaban a él y a Gabriel, se iba apagando la ilusión de salir pronto, y para más a media mañana de un día laboral, ven que habían tomado presos a toda, efectivamente a TODA la empresa donde ellos trabajaban (la llamaré EC), eran más o menos 50 en esa época. Al principio pensaron que era por alguna relación con ellos mismos, pero luego fue ganando fuerza la versión que fue una confusión de nombres de instituciones.

Resulta que dos días antes habían apresado a toda la comisión directiva del Centro de Estudiantes de una facultad de la Universidad Católica (la llamaré CC), siendo la segunda "C" igual en ambos nombres. Otra explicación no parece haber, ya que liberaron a todas las mujeres hacia la noche de ese mismo día, y a casi todos los hombres el día siguiente a la mañana temprano. Tuvieron que dormir en los pasillos esa noche.

En esa "ceremonia" de liberación, los policías tenían en su poder las cédulas de identidad de los detenidos, empezaron a llamarlos leyendo los nombres en el documento, formaban grupos entre 5 y 7 personas, les devolvían la cédula y les decían que se podían ir.

Hasta que le llegó el turno a un tal Hans, el policía dijo el nombre completo y le preguntó si era paraguayo, y él le respondío que era alemán, volvió a insistir el policía con los datos de la cédula, y Hans se emperraba en demostrar su "alemanidad", casi que hablando con acento, lo único que le faltaba era decir "Ich bin Deutsch". Finalmente le dijeron "Muy bien, usted se quedará más tiempo con los extranjeros...". Una semana más se quedó.

Aunque dije que habían agarrado a TODO el personal de la empresa EC, se salvó uno, el sereno, que era casi mudo (pero no sordo). Un policía le preguntó a la cantinera acerca de qué había en una pieza frente a la cantina, ella le respondió "allí suele dormir el sereno de la empresa", empezó el policía a golpear la puerta, nadie le respondía, siguió golpeando, seguía sin respuesta, no tumbaron la puerta, y finalmente desistió y se fueron todos al Dpto. de Investigaciones.

Lo que había ocurrido era que a este señor le habían operado de las cuerdas vocales, y hacía un esfuerzo enorme para emitir algún sonido inteligible, acercando el oído uno podía escuchar lo que decía. El escuchó que golpeaban la puerta, y como estaba durmiendo solo con los calzoncillos puestos, le decía al policía "ya va, ya salgo...", y aunque intentaba hacerse escuchar, la voz era muy debil. Siguió vistiéndose, seguía respondiendo que ya nomás salía, hasta que finalmente salió. Grande fue su sorpresa al encontrar totalmente vació el local de la empresa. Antes de cerrar todo e irse a su casa, agarró un cartón, escribió CERRADO POR INVENTARIO, lo puso en la puerta del frente y se fue.

Después que yo salí empezó a llenarse también el comedor que estaba al lado de nuestra pieza, allí los pusieron a los extranjeros de EC. Una vez, al solo efecto de divertirse los guardias, les hicieron hacer el "trencito" a todos los del comedor. Tenían que ponerse en cuclillas, uno atrás del otro y empezar a moverse hacia adelante. Había gente ya mayor, entre ellos un Sr. Adolfo, Gerente General de EC, y para más le tocó estar al frente de la formación. Iba marchando "el trencito", hasta que uno de los guardias dijo "A ver, a esa locomotora no se le siente luego...", y el pobre hombre tuvo que empezar a decir en voz alta "Chuz, chuz, uhhh, uhhh", a la par de seguir andando en cuclillas.

En otra ocasión, traen a la pieza donde estaba Federico a un hombre entre 25 y 30 años, con la piel totalmente lacerada, sobre todo los brazos y el torso. El indivíduo no quería compartir nada con los "antiguos". Al día siguiente viene un guardia y le dice a los de la pieza "Trátenle bien a su nuevo compañero, se cayó de la moto...". Después comentó el "caído", que venía del interior en colectivo, lo bajaron del vehículo, le pegaron con cinto y cable trenzado, hasta que se dieron cuenta que se habían confundido de sospechoso. Cuando ya se habían sanado razonablemente las heridas, lo dejaron ir.

Salen Federico y Gabriel

Como conté en una entrega anterior, ellos finalmente salieron por la gestión de un presidente de seccional colorada, vecino de un hermano suyo. Pero en esos casos, se intentaban todos los contactos posibles para tratar de liberar a los detenidos. Uno de esos era un funcionario muy importante en el Ministerio del Interior, pariente de parientes.

Unos tres o cuatro días antes que salieran, va este señor a comunicarle a la mamá de Federico, como una gran cosa, que estaba por hacer que los pasaran a la Justicia Ordinaria, lo que en la práctica era pasar a la carcel de Emboscada. Una carcel en vez de una comisaría. Maravilla.

Preguntada la mamá del por qué de su falta de entusiasmo ante esa posibilidad, ella le responde "La verdad es que yo tenía fe en María Auxiliadora, y la sigo teniendo, de que ella los va a liberar". Pasaron unos días, el presidente de seccional hizo lo poco que le pedían, tan solo averigüar la situación real de los detenidos, y el 24 de mayo, en el día de María Auxiliadora salen en libertad.

Pinceladas que me tocaron por esa época

Yo comentaré algunas "pinceladas" que me tocó vivir en esos años, fueron realmente muy poca cosa en relación (siguiendo la analogía) con los brochazos o directamente barriles de pintura que sufrieron otros.

En junio del 1969, yo estaba por cumplir 13 años y me fui un sábado de mañana a "Palmear". No tenía ni idea que se estaba armando un acto de protesta frente al Panteón de los Héroes, debido a la presencia de Nelson Rockefeller en el pais. Estaba yo en la esquina de Estrella y Chile, cuando empecé a escuchar gritos, miré hacia el Panteón, corridas por un lado, policías con bastones por otra, se reagrupaban los manifestantes, más bastonazos, corridas otra vez, hasta que empezamos (otros curiosos y yo) a sentir que nos picaba la nariz y nos lagrimeaban los ojos. Estaban arrojando granadas lacrimógenas. Empecé a caminar hacía otro lado hasta que los ojos volvieran a la normalidad para luego regresar a casa.

Al año siguiente, de repente la Policía empezó la "Operación Tijera", que consistía en detener a jóvenes con cabello muy largo (lo de "muy largo" lo decidían ellos). Lo hacían en la calle o subiendo a los colectivos, ponían a los "melenudos" en camiones militares, los llevaban a una comisaría, les cortaban el pelo con "recorte cadete", y luego tenía que ir el padre a retirarlo (si era menor de 22 años, que era la mayoría de edad en ese entonces). Una vez, salía yo del colegio y vi a lo lejos un retén policial, tenía más o menos largo el cabello, me asusté, me desvié en zig-zag unas 8 cuadras para llegar a casa. Al día siguiente me fui a la peluquería. Un compañero, cuyo padre ocupaba un alto cargo, me comentó que era solo una "cortina de humo", porque habían capturado a unos sospechosos en el interior y los habían tirado desde aviones al monte.

Habré estado en 4º curso (1º de la Media para los "pendex"), cuando un amigo y vecino de 6º curso me invita a ir a una "Jornada de Reflexión" que se iba a realizar en la Universidad Católica, al lado de la Catedral. Nos vamos, no iba a ser ninguna marcha ni manifestación, por lo tanto ¿qué podría pasar? Empieza el presentador lo suyo, y de repente, de atrás del escenario sale una turba de gente, todos con escarapelas tricolores en el pecho y palos en las manos, y empiezan a tirar piedras hacia el público. Se genera una corrida, y los que quedaban rezagados recibían palazos. Nos refugiamos en algunas aulas, y por unos pasillos laterales pudimos salir a la calle y perdernos luego en el centro. Ese grupo de gente estaba liderado por Ramón Aquino, presidente de la seccional colorada de la Chacarita, y él se auto-denominaba "el moderador de la Católica".

Tal vez estando yo en 5º curso, no recuerdo bien, el colegio organizó un certamen de oratoria, me gustaba el tema y me anoté. Estaba al fondo del salón esperando mi turno mientras los otros oradores desarrollaban su disertación. Finalmente, cuando el presentador llama mi nombre me voy caminando despacio hacia el escenario, cuando a mitad de recorrido y sentado hacia el pasillo, veo a un hombre con una especie de cuaderno con tapa dura y que escribía garabatos en él. Cuando llegué al estrado, me dí cuenta que esos garabatos eran taquigrafía y al mirarlo y ver que era mayor para ser alumno, y muy joven para ser padre, más una "pinta" tan característica, que era un policía de civil tomando nota de todo lo que se decía. Me puse muy tenso al momento de hablar, podía haber salido mucho mejor mi discurso.

Mi papá trabajaba en un diario capitalino, y cada tanto venía con alguno de los famosos "chistes de Don Mario" y los contaba en la mesa. Una vez mi mamá le dijo, con toda seriedad "Seguí así nomás, ese hombre que lleva esos chistes al diario estoy segura que es un informante, y que anota los nombres de todos los que se rien...". Reflejo del modo de pensar de mucha gente en esa época.

O nos decían los mayores "Cuidado con lo que decís enfrente de Fulano porque es un pyragüé", parecía ya el colmo de la paranoia. Hasta que salieron a la luz los documentos del Archivo del Terror, y empezaron a aparecer papeles del estilo "Señor Jefe del Dpto. de Investigaciones, Don Pastor Coronel. Se dirige a Ud. el Sr. Fulano de Tal para informarle de lo siguiente:".  Tal cual, el mismísimo Fulano, el vecino amable y voluntarioso, había sido que era un informante más.

Acerca de títulos, obsecuencias y ridiculeces

Trabajo mucho en una empresa con varios empleados que tienen entre 22 y 30 años. Cuando me trataban de "Usted" y de "Ingeniero", yo les decía que efectivamente era Ingeniero pero que el "Usted" me hace sentir viejo, y que igual me sentiría cómodo si me decían, al "estilo Paraguay": "Nde Inge, vas a poder pi'o revisar mi informe?", familiar y respetuoso a la vez.

Comento la anterior porque me estaba recordando de cuando iba el Pdte. Stroessner a algún acto y el locutor decía, con grandilocuencia: "En estos precisos momentos hace su ingreso a este recinto el Señor Presidente de la República del Paraguay, y Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas de la Nación, General de Ejército Don Alfredo Stroessner". Yo los conté: 161 caracteres, repartidos en 25 palabras, 24 espacios y 2 comas, todo lo que está en negritas.

Sin ser tan obsecuente como lo anterior, me parece que lo opuesto es lo de un periodista actual, que cubrió la última gira papal para el diario que lo enviaba. Se había declarado ateo, hasta aquí no veo ningún problema, pero tratar al Papa como Bergoglio en sus notas, cuando un simple S.S. (por Su Santidad) hubiera bastado, me parece una acción ridícula. es la actitud de pavoneo de alguien que dice "Miren, lo libre-pensador que soy y trato a la gente como se me antoja". Aclaro que no conozco a dicho periodista y este comentario se refiere exclusivamente a esas notas, en realidad a una sola, porque ya no lo volví a leer. Si después cambió, pido disculpas.

Hablando de obsecuencia, si el lector se acerca en un vehículo a la zona del Palacio de Justicia, va vestido con traje, entre semana y a la mañana, y se estaciona (si consigue un lugar), inmediatamente un cuidacoche se le va a dirigir como Doctor. Dentro de las obsecuencias conocidas, esta es la más comprensible e inócua.

Lo anterior me recuerda de cuando el Dr. Luis M. Argaña era Presidente de la Corte Suprema de Justicia y emitió un comunicado oficial: "Se recuerda a los señores Abogados que para optar por el título de Doctor en Derecho, deben haber presentado y defendido exitosamente ante las autoridades académicas competentes la tesis doctoral". No vendría mal en esta época otro comunicado similar, claro que el gran problema va a ser calificar a las "autoridades académicas competentes".

No me acuerdo exactamente el año, cerca del '80 era. Tres empresas de transporte usaban el Nº 26 como su identificador, y cuatro usaban el Nº 27. Para los usuarios era un drama estar distinguiendo cuál de las "sub-líneas" tenían que tomar. Como había 5 números disponibles desde el 22 hasta el 18, la autoridad competente asignó los números 26, 22 y 21 a los recorridos afines de la 26 original, y empezó a distribuir los números 27, 20, 19 y 18 a los cuatro recorridos afines de la 27 original. El dueño de la nueva línea 18 declaró formalmente "Por favor, denme el número que quieran, con tal que no sea el 18, yo y toda mi familia somos colorados de alma, y demasiado se van a burlar mis amigos... nde!!!, liberal dieciocho!!!, por favor, cualquier otro número". Le asignaron el número 45. Todo por un número.

La Junta de Gobierno de la A.N.R. solía enviar delegaciones al interior para visitar las seccionales, comportamiento absolutamente normal de las autoridades de un partido. Ya hacia el final de los '80, uno leía la noticia de los delegados que iban a viajar y era una lista con un nombre por línea, ordenados aparentemente por jerarquía, y más o menos así: Dr. Fulano, Don Sultano, Lic. Mengano, y seguían los nombres. Muchas veces a la cabeza iban los "Don", eran los caudillos a quienes no les importaban los títulos, había también algunos "Ing." y "Arq.", así como los clásicos "Sr.". De repente, los que no tenían ningún título, no les gustó más el simple "Sr." y eran jóvenes todavía para ser "Don", empezaron a hacerse nombrar como Univ. Fulanito. Tal cual, ser Universitario pasó a ser un título digno de figurar en una lista.

Conclusiones

La experiencia pasada en Investigaciones obviamente agradable no fue, pero en ese mismo momento, tanto ahí como en varias partes del pais, muchos la pasaron realmente mal, sin olvidar a los que ya no tuvieron posibilidad de contar su historia.

Durante casi 35 años Alfredo Stroessner parecía decir "Que pase nomás el siguiente que quiera derrocarme...", y seguía en el poder. En los últimos años ya quedaban pocos gobiernos militares en la región, la gran potencia que apoyaba a los gobiernos dictatoriales con tal que sean firmemente anti-comunistas ya le había quitado el apoyo a Anastasio Somoza en Nicaragua a fines de los '70, y también a otros, querían cambiar la imagen, y ya no era tan "chic" mostrarse amigo de Stroessner a nivel internacional. Pero hablando en la jerga popular: "al Rubio, jamás le importó".

En los años de la "plata dulce", cuando entraba un montón por royalties de Itaipú, mas o menos entre el '75 y el '81, pero sobre todo entre el '79 y el '81 era impresionante el nivel de ostentación en las casas, en los autos, en las fiestas de casamiento y en las de 15 años, obviamente de la gente que estaba en el poder. Eran los años del dolar oficial a 126 Gs., que lo conseguían solo algunos, pero aún así, el dolar en la calle estaba a 137-142 Gs más o menos.

A mediados del '82, el dolar oficial trepó a 160 Gs/US$, y el de la calle bastante más alto. En el '84 se clausura el diaro ABC. Para el `85 el dolar "calle" ya estaba en 1000 Gs, signo de que la "torta" se estaba achicando.  En el '86 hubo represiones notoriamente violentas contra el personal del Hospital de Clínicas, y el 1º de mayo de ese año, volvieron los palos a mansalva frente a la iglesia de Cristo Rey cuando se realizó una manifestación por el día de los trabajadores.

Probablemente el fin empezó a gestarse el 1º de agosto del '87, en una convención de la A.N.R., cuando los "militantes" decidieron que la "torta" del Estado ya era chica para compartirla con los "tradicionalistas", y que ellos se merecían todo el botín. No hace falta decir que los desplazados quedaron muy molestos, sobre todo cuando se quedaron sin sus empleos, los famosos "zoquetes".

A comienzos del '88, la A.N.R. y su candidato Alfredo Stroessner ganan las elecciones, digamos mejor las votaciones, y en ese entonces empieza a surgir el rumor de que ese sería su último periodo, después de todo ya tenía 76 años, y que le sucedería Gustavo, su hijo. Por supuesto que enseguida empezaron las aclamaciones "Mi General, usted es nuestro único lider, el segundo reconstructor, qué va a pasar del Paraguay sin su ilustre conducción..."

El recelo y la desconfianza entre Gustavo Stroessner y ciertos estamentos militares eran mútuos, sobre todo con el Gral. Andrés Rodríguez, el segundo hombre fuerte del pais. Fue pasando el '88 entre el descontento de los "tradicionalistas" y los cada vez más fuertes rumores de que iban a pasar a retiro al Gral. Rodríguez, así que iba llegando el momento en que los golpistas tendrían que jugarse el todo por el todo, y más les valía salir victoriosos, porque ejemplos de lo que les pasó a los derrotados había muchos, ninguno agradable, lo más benigno era el exilio.

Como suele decirse "La derrota es huérfana, pero la victoria tiene muchos padres", indiscutiblemente que las acciones que iban emprendiendo diversos sectores sociales con protestas, jornadas de reflexión, "marchas del silencio", la venida del Papa Juan Pablo II, entre otras, todo eso contribuyó a la caída. Cada cual es libre de atribuirse el crédito que cree que le corresponde en su contribución al fin del regimen, hasta que el 3 de febrero del '89...
Fue el consuegro el que lo tumbó.

Finalmente...

Agradezco a los que me estuvieron siguiendo en estas 7 entregas. Reconozco que el último párrafo es un tanto cínico y pesimista. Todo el relato estuvo basado en lo posible en MI experiencia personal. Material de lectura sobre esos años hay un montón en internet, el descubrimiento del "Archivo del Terror" contribuyó bastante a que muchos dejaran de decir "Historias nomás lo que dicen ustedes, no era tan así como lo pintan..."

No soy una persona precisamente social, y a nivel de redes tipo Facebook o Twitter, absolutamente nada, ni siquiera una cuenta de WhatsApp tengo. Habilité una cuenta en Gmail por si alguien quiera compartir algo conmigo:  enriquehoracio76@gmail.com, así que... hasta la próxima!!!


No hay comentarios.:

Publicar un comentario